Conclusión:

A partir de los ejes trabajados, “comunicación, medios y poder”, “mediatización de la cultura” y “globalización, subjetividad y nuevas tecnologías”, llegamos a la conclusión que todos estos cambios culturales no deben ser juzgados ni para bien, ni para mal; sino que deben ser tenidos en cuenta para una transformación en la vida de las personas, observándose esto en la cotidianeidad de las conductas sociales y poder comprenderlos como factores que nos rodean y no como componentes que nos quitan nuestra esencia personal, como por ejemplo, el hecho de estar conectado a Internet o al Messenger no va a significar que perdamos el contacto cara a cara con los demás, sino que simplemente cambia la forma de comunicarnos con los otros.

Gracias a la mediatización tenemos la posibilidad de conocer lo que vivimos, adaptarnos a nuevas tecnologías y a la transformación de las prácticas sociales.

Con la globalización o procesos de globalización conocimos la interrelación e interdependencia a escala global o semi-global entre los actores sociales y conocer la influencia de las grandes potencias y sus productos (Mc Donalds) sobre el mundo.

Dándose de esta manera el proceso de hibridación cultural, es decir, una cultura metiéndose o conviviendo con otra.

Como cierre, pudimos entender que el concepto de las transformaciones que se le atribuyen a los medios y a la tecnología no es correcto. Sino que esos cambios se produjeron por las decisiones y conductas de todos los actores sociales.


Publicado por Bernardo Falvella y Alberto Mariño