miércoles, 29 de junio de 2011

Globalización como nuevo orden de vida

El proceso de la Modernidad tuvo cambios muy significativos en el modo de vida social, cultural, tecnológica y comunicacional de las personas.
La razón pasó a ser la justificación del accionar humano. Y con esta nueva forma de pensar las cosas, surgieron los Estados Nación, producto de los legados de la Revolución Francesa y la idea de Pacto Social.
Con la creación de un orden jurídico que nucleara a la sociedad en su conjunto y le proporcionara derechos pero también obligaciones, nace la idea de pertenencia a un territorio determinado para fijar los limites de la jurisdicción estatal. Por lo tanto, surge la noción de Identidad Nacional para tratar de homogeneizar la cultura perteneciente a un lugar geográfico preciso.
De hecho los medios de comunicación contribuyeron de manera sorprendente al aceleramiento de dichos procesos.
El surgimiento de la imprenta marcó un antes y un después en la era moderna. La producción y difusión de creencias y símbolos que anteriormente estaban a cargo de la Iglesia, pasaron a manos de los medios de comunicación.
Asimismo, la imprenta contribuyo a la liberación del conocimiento, a la instrucción de la sociedad y a tender los lazos necesarios para que se crearan las ciencias, la política.
Sin embargo, hoy puede afirmarse que la Modernidad esta en crisis. El proceso de globalización abre el camino a una nueva era, con nuevos principios y órdenes que ponen en tela de juicio los anteriores promulgados en la época moderna.
Ahora bien, para poder hacer el análisis sobre las cuestiones que emergen de la globalización hay que determinar que se entiende por dicho término, y para entender los fenómenos que nos acontecen debe precisarse cuales son los principios que se están cuestionando con esta era que se suele llamar “Posmoderna”.
Siguiendo a García Canclini en el capítulo “Consumidores del siglo XXI, ciudadanos del siglo XVIII”, la globalización es una interacción funcional de actividades económicas y culturales dispersas, bienes y servicios generados por un sistema con muchos centros, en el que importa mas la velocidad para recorrer el mundo que las posiciones geográficas desde las cuales se actúa.
“El proceso de Globalización es el pasaje de las identidades Modernas a las Posmodernas”
Las identidades de la Modernidad se fijaron en torno a un determinado territorio geográfico llamado Nación y, al uso de una lengua específica para dicho territorio.
En dicha época el Estado Nación trato de aplicar políticas homogeneizadoras que pretendían ocultar la diversidad de culturas, idiosincrasias, tradiciones, imponiendo un idioma que “hablaran todos”.
Por el contrario, las Identidades de la era Posmoderna, son “transterritoriales, multilinguisticas”. Estas, no se rigen tanto por el Estado sino por las leyes del mercado.
En la Modernidad se daba una concentración de poder por parte del Estado. En la actualidad dicho órgano no interviene en las leyes de la economía, según el modelo neoliberal, vigente aún.
En aquella época se basaban en comunicaciones orales y escritas a través del contacto físico o interacciones próximas. Ahora operan bajo la producción industrial de la cultura, la comunicación tecnológica (las redes) y el consumo diferido y segmentado de los bienes (por ejemplo: las cadenas de televisión satelital que difunden los mismos programas en todo el mundo, Sony, HBO).
Actualmente, ya no se es miembro de una Nación, en el sentido patriota, sino que somos simplemente habitantes de una sociedad. Ya no sigue vigente el sentimiento de Identidad Nacional.
Asimismo, se vive en sociedades multiculturales, multifaceticas. Las culturas se alimentan unas con otras, dejan de estar arraigadas a la historia por creencias compartidas y, a los territorios. A partir del consumo se forjan nuevas identidades, ya que las anteriores pierden sus referentes culturales a raíz de este nuevo fenómeno Globalizador. Se forjan entonces, identidades cruzadas, unidas bajo un referente abstracto que es el consumo y desemboca ahora en una cultura donde todo se mezcla en el mercado.
Por consecuencia de las nuevas leyes imperantes del mercado, las empresas transnacionales se fusionan, arman grandes concentraciones de capital. Traspasan los límites de las fronteras y tienen varios centros alrededor del mundo.
Las empresas transnacionales no solo dominan el campo económico sino que controlan y difunden productos culturales (ejemplo: los multimedia, controlan telefonía, informática, TV, cine, música, radio, revistas, diarios).
A raíz de este nuevo orden devenido de la Globalización la intervención de los Estados Nacionales cambia según el territorio. Tal es el caso de Estados Unidos que, aplica una política expansionista, imperialista hacia “afuera”, sin embargo, dentro de su territorio cuenta con un Estado altamente proteccionista. En cambio en los países subdesarrollados dicho órgano no toma medidas proteccionistas, cuándo en realidad las circunstancias lo ameritan. Éste es flexible con el ingreso de productos y de empresas transnacionales a nuestro país.
Como se ha mencionado, el papel que juegan las comunicaciones en este nuevo orden mundial no son un caso aparte.
Un primer referente de cómo se han ido construyendo monopolios informativos son las agencias de noticias, formadas por el cartel Havas, Wolf y Reuter las cuales se habían fusionado con el fin de ampliar sus mercados. Éstas firmaron un acuerdo de cooperación mediante el cual generaban una división del mundo para repartirse el mercado de la información y así fortalecerse cada cual en el territorio correspondiente. Sin embargo, surgió un nuevo competidor que fue la agencia Associeted Press y los conflictos políticos con ésta llevaron a que el acuerdo se diluyera.
Luego del debilitamiento de las potencias europeas, Estados Unidos pasa a ser el conductor mundial de la economía estableciendo una potencia hegemónica en lo que respecta al ámbito comunicaciónal y de la información.
No obstante en los años noventa esta situación comenzara a cambiar. La hegemonía se desplaza y Estados Unidos comparte se dominio con Japón y La Unión Europea. Pero los norteamericanos siguen siendo la primer potencia mundial, debido a su política expansionista e imperialista.
Para aislar a sus competidores Estados Unidos tomó medidas para seguir estableciendo su poder, y una de ellas fue crear grandes autopistas de comunicación, fusionando la televisión, el teléfono y la computadora, por lo tanto, se produjo la unión de las empresas que controlaban esas áreas.
Esto se realizó también, para impulsar una nueva forma de comunicarse: Internet. Con esto se busco que en cada hogar haya una pantalla que permita consultar, enviar mensajes, ver películas y acceder a telecompras.
En relación a esto nace el “Ciberespacio”, un lugar donde se tejen relaciones y comunidades unidas por intereses comunes y afinidades. Están interactúan a través de redes.
Por otra parte, hay otra consecuencia que se desprende de la Globalización y esta íntimamente relacionada con el impacto producido por este proceso en los países subdesarrollados. Dicho proceso agudiza la falta de intervención del Estado en cuestiones económicas que repercuten en el ámbito social, cultural y laboral de las personas, las novedades modernas aparecen para la mayoría solo como objetos de consumo, y para muchos, como espectáculo.
Como se dijo anteriormente el Estado pierde eficacia, credibilidad. Así como en la modernidad el escenario de participación pública era el sufragio, las cafeterías y las reuniones, ahora definimos y discutimos lo que nos representa a través de la utilización de los medios masivos.
Por otro lado, las transformaciones sociales ocasionadas por la Globalización, son múltiples: se da una reorganización del tiempo y del espacio (no se configuran las fronteras, no se delimitan los territorios para la comunicación. Se establecen relaciones con individuos de otras partes del mundo sin conocerlos, a través de redes que proporcionan mensajes instantáneos); se da una reconstrucción de las instituciones y del espacio publico (pierden consistencia los organismos nacionales  y recobran fuerzas las empresas transnacionales); se da una rearticulación de “lo propio” (se forma a partir de la circulación de bienes y productos en una cultura globalizada, en vez de configurarse de acuerdo al territorio geográfico al que se pertenece).
Muchas veces se sostiene que la globalización es un proceso netamente estadounidense, esto pone en evidencia que las normas del mercado son impuestas en muchos aspectos por la potencia económica por excelencia.
Sin embargo hay una penetración de las culturas de los países subdesarrollados en los desarrollados. Producto de este fenómeno de la globalización, las culturas se hibridan, pierden relación con su territorio original y se entrecruzan con otras, articulando rasgos; conviviendo.
Esta desterritorializacion y reterritorializacion de elementos de identidad social, tienen un sentido contraproducente, ya que se perciben reacciones que muestran un fuerte arraigo a lo local, a las costumbres, a las tradiciones.
Finalmente, cuando se pretende revelar las condiciones diferentes en las que viven individuos de una misma sociedad, se cae en la indiferencia moral. De hecho, el aspecto más escalofriante de la Globalización es el comercio del dolor. Los medios la mayor de las veces, explotan imágenes dolorosas, para crear emoción, y el público consume. No obstante, se acostumbra a mirarlo desde la lejanía y nos acostumbramos a verlo porque le pasa al otro.


Publicado por MARIÑO, Alberto

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